Evo Morales Ayma: 'Habrá sorpresas, empresarios y académicos nos apoyan ahora'

El presidente Evo Morales pide que los votantes le den la mayoría absoluta y dice que no ve como rivales a Mesa y Ortiz.

Evo Morales Ayma, presidente del Estado Plurinacional y ejecutivo de los cocaleros del Chapare.

La entrevista caía en picada. Primero, no pudo aterrizar en el cierre de campaña del Movimiento Al Socialismo (MAS) en la ciudad de Oruro, el jueves por la tarde. Así, solo quedaban las instalaciones de la Fuerza Aérea al ingreso de Challapata. Y segundo, el Google Maps nos jugó una mala pasada. Nuestra comitiva terminó perdida, en parajes desconocidos. El presidente Evo Morales no paraba de llamar por teléfono a su asesor José Antonio Aruquipa, quien intentaba alargar la espera, alargar su paciencia. Tras pasar por terrenos no aptos para los motorizados, llegamos al lugar de la cita. Media hora de retraso. Morales salía, los motores de su aeronave ya calentaban. “Lo siento compañeros, intentemos mañana”, dijo, con tono esperanzador. Sabíamos que era una posibilidad remota, muy remota; conseguir un espacio en la agenda presidencial es como ganar la lotería.
Resignación. Y despegó la sugerencia: ¿Y si la hacemos en su vuelo? Silencio general. Y el orureño de 59 años (cumplirá 60 en 13 días) dibujó una sonrisa y se animó. Así terminamos en el avión presidencial, sin quererlo. Morales se acomodó al ingreso, en uno de los ocho asientos del ambiente. Desplegó el mueble empotrado. Y por fin, la entrevista tomó vuelo, rumbo a Santa Cruz de la Sierra.
—¿Le gustan hasta ahora los números de las encuestas? Usted habla de ganar con más del 50%...
—Nunca creí en las encuestas. En 2005 nos daban máximo 33% y llegamos casi a 54%. En las últimas elecciones nos daban 51%, llegamos a poco más del 61%. Estoy convencido de que va a haber nuevas sorpresas, es que para esta campaña la mayoría de las instituciones empresariales casi se sumaron orgánicamente. Eso no había antes. Los empresarios cruceños me dicen que van a apoyar porque nunca ganaron así como con otros partidos... dicen que convencerán (a sus bases) por el crecimiento económico, la estabilidad social. A ello se suma la juventud. Y también el sector académico, como las universidades, excepto Waldo Albarracín (rector de la Universidad Mayor de San Andrés), la mayor parte de rectores y vicerrectores expresaron su respaldo. Eso no había en pasadas gestiones. Algunos, muy pocos, dicen que apoyarán por debajo, porque son de izquierda, incluso comités cívicos...
—Antes su relación con los privados era tensa, sobre todo con los de Santa Cruz, ¿qué tuvo que darles para esta alianza?
—Sí, era muy tensa, pero siento que valoran bastante la estabilidad y el crecimiento económicos, pero también que el MAS es un factor de unidad. Ahora hay candidatos de los empresarios y los obreros. Y qué evalúo: cuando se trata de la Patria, juntos, esa es la diferencia.
—No se nota lo mismo con los empresarios de occidente...
—Me reuní antes y la semana pasada con 200, en un almuerzo. Fue una cita netamente política. Les pedí, de frente, que me acompañen, que me ayuden a que Bolivia siga creciendo. Y les dije: qué movimiento político puede garantizar estabilidad social. Algunos no serán masistas, evistas, pero dicen sí, gracias al proceso de cambio estamos ganando bien, entonces hay que apoyar. Por esto es casi seguro de que vamos a tener más sorpresas.
—Pero qué significan las “sorpresas”, ¿un triunfo más allá del 50%?, lo que no dicen las encuestas hasta ahora...
—Quisiera no ser muy optimista. Pero estoy convencido, tras reuniones con sectores. No quiero hablar de números, no creo en encuestas. 
—Parece que su preocupación es lograr los dos tercios en la Asamblea Legislativa...
—Es importante tener mayoría absoluta. Y el pueblo lo sabe bien. En mi primera gestión no tenía mayoría en el Senado, tenía simple mayoría en Diputados. Y seguí marchando, de Caracollo a La Paz, hice una huelga de hambre en el Palacio Quemado. En mi segunda gestión nos dieron los dos tercios y me sorprendí, igual en la tercera. Pido al pueblo que no me abandone para la tercera reelección, siento que no lo va a hacer.
—¿Y no le inquietan Carlos Mesa y Óscar Ortiz?, ¿los ve como rivales?
—No los veo. Conocemos de dónde vienen. Vean su programa, es volver al pasado. El pueblo está convencido de que volver al pasado es retornar a la crisis económica, acabar con los bonos y las rentas. Plantean la racionalización y reestructuración de la inversión pública. Es lo que siempre dice el Fondo Monetario Internacional (FMI), ajuste estructural, flexibilización laboral. Para mí no son rivales, qué lindo sería que se unan. Mesa es candidato de la Embajada de Estados Unidos. Estados Unidos presionó para que Ortiz levante su postulación, igual los comités cívicos se lo exigieron...
—Pero el Vicepresidente habla que los opositores se basan en el programa del MAS y que solamente plantean “parches”...
—No. A ver, hablemos programáticamente. Dicen que si ganan van a entrar al Grupo de Lima, eso no es parche. Dicen que no van a eliminar el Juancito Pinto, la renta Dignidad, que no van a privatizar, pero en su programa está que van a mejorar la salud y la educación con la privatización de empresas públicas en quiebra, eso lo decía Gonzalo Sánchez de Lozada en 1993. Para ellos, educación es servicio, para nosotros es derecho. Además, postulan que si los servicios no son de libre competencia, los van a privatizar. Solo en los spots dicen que no, pero en su programa está todo esto, no son parches. (El vicepresidenciable de CC, Gustavo) Pedraza plantea un Estado regulador, uno que no invierte, no administra, no produce y, por tanto, no genera divisas, solo regula a las privatizadas, como antes eran las superintendencias. Para mí, en términos populares, esto significa un Estado enajenador y privatizador. No hay dónde perderse, no son parches, van a privatizar. Algunos de la derecha, algunas concentraciones quieren que vuelva el FMI. Lo que pasa ahora en Ecuador, que por un préstamo apuntan a privatizar empresas estratégicas, subir más del 100% la gasolina y el diésel, flexibilización laboral, eliminar bonos y rentas. Estoy convencido de que el 20 de octubre solo hay dos caminos: volver al pasado o seguir con el proceso de cambio. Y estoy seguro de que el pueblo va a elegir lo segundo.
—No le gustan las encuestas, pero éstas muestran que su debilidad está en el sur, Chuquisaca, Tarija, Potosí... 
—En encuestas, ya ganamos en Potosí y Tarija. Eso sí, hay una debilidad creada por nuestros propios compañeros. Como en el tema del megacampo de Incahuasi, en Chuquisaca esa exploración debía ser en Muyupampa, casi en la frontera con Santa Cruz. Chuquisaca perdió por la derecha, que perjudicó, agitó. Potosí igual con sus paros, pero ahora es diferente, estoy seguro de que por la confianza vamos a seguir ganando en ese departamento. Aunque soy sincero, tal vez no con tanto como antes.
—¿Le sigue quitando el sueño la guerra digital? En estas elecciones es una característica clave...
—Se han incorporado las redes sociales. Me decían que la gente cree en ellas, pero para mí no es así, confían en la televisión, la radio, los periódicos, que siguen siendo más creíbles. Para mí la comunicación debe ser afectiva, efectiva, informativa, educativa y orientadora para la liberación de los pueblos. Yo mismo no estaba de acuerdo, lo reconozco, cuando el ministro Juan Ramón Quintana me pidió que entre a Twitter, no quería, y ahora nos va bien, ya sobrepasamos los 600.000 seguidores y eso que empezamos en 2016. Esto ayuda bastante y hay que saber aprovechar, conocer, manejar. Eso sí, en las redes sociales puede salir cualquier chisme, acusación, será su derecho de los compañeros, pero estamos superando eso. Quién sabe, si estaría más focalizado, estaríamos mejor en redes. Aunque tengo información que el imperio de Estados Unidos, desde Brasil y Chile, está ayudando a opositores con las redes. Es su derecho, y por eso nuevamente se ratifica que Mesa es candidato del imperio.
—Y hablando de ello, ¿usted administra su Twitter?
—Tengo dos o tres compañeros que me ayudan. Cuando estaba internado en el hospital, ahí sí redactaba para mi Twitter y mandaba los mensajes. Ellos me ayudan especialmente en datos históricos.
—Sobre lo logrado, ¿qué más tiene para ofrecer, cuál es su principal oferta programática?
—En lo económico, mi gran deseo es que Bolivia siga siendo primero en crecimiento económico en Sudamérica, rumbo al bicentenario de 2025. En lo social, quiero dejar para entonces a Bolivia con menos del 5% de extrema pobreza. Y quiero integración, con caminos pavimentados de este a oeste, de norte a sur. Es cuestión de tiempo y cuando sea así, quiero recorrer toda esa red con mi vicepresidente y gabinete. Y también vamos a concretar que todos los departamentos tengan aeropuertos internacionales, solo falta en Trinidad. Eso es integración, desarrollo y crecimiento económico, mi meta hasta 2025 es que nuestro Producto Interno Bruto (PIB) llegue a $us 60.000 millones.
—Al final, parece que su principal carta de presentación es la economía...
—Sí. Y está el movimiento económico, el mercado interno, porque el mercado externo debe ser complementario. Hay que ver políticas y programas que amplíen el mercado interno, que es más seguro. En este momento, con la crisis del sistema capitalista, Argentina y Brasil no nos compran mucho gas. Primero, el precio del petróleo les afectó en su economía y luego en su mercado, la demanda. Por ello hay que ampliar más el mercado seguro. Nuestra campaña va a ser: compre o consuma lo nuestro. Pero también vamos a ampliar esto con la exportación, como la histórica comercialización de carne del oriente boliviano a China.
—¿Y la reforma judicial?
—Es un debate todavía. Hay que cambiar y mejorar con normas, igual la retardación de justicia, que es un problema que tenemos.
—¿No le deja un mal sabor la inconclusa reforma en la Policía?
—Ya trabajamos con el Comandante, cualquier propuesta o cambio va a ser siempre trabajando con la institución. Tiene que hacerse un debate interno. Hay buenos planes.  No sé si reestructuración o refundación, pero pasará por el debate.
—El movimiento 21F no cesa, ahora se expresa en cabildos...
—Ya no hay 21F, solo es un eslogan, una sigla. En mi primera, segunda o tercera candidatura tenía tres rivales, ahora ocho. Ya no es 21F, sino no estarían en las candidaturas. Saben ellos que exactamente hay una interpretación legal (para la repostulación), es constitucional, y saben que está basada en una norma internacional. Pero intentan desgastarnos, bajar (nuestro apoyo), y el pueblo se dio cuenta de que el 21F es resultado de la mentira.
—Pide cinco años más, que volvió a postular porque se lo “pidió el pueblo”, ¿y si antes de 2024 se “lo vuelven a pedir”?
—Quiero retirarme, no solo de la presidencia, sino de la política, hacer más actividad deportiva, me encanta el deporte. Tengo una linda experiencia en mi sindicato, formé una escuelita de fútbol para chicas, que salieron tricampeonas. Quiero formar nuevos talentos, eso quisiera en mi vida. Y por supuesto, en mi chaco, recibir en la noche a la gente, a mis exministros, dirigentes sindicales, para recordar experiencias y posteriormente, en el día, trabajar en mi cato. Es mi deseo.
—Pero es difícil pensar al MAS sin Evo, ¿usted no lo ve así?
—Eso dijeron siempre. Tenemos tantos líderes ahora, del campo y de la ciudad. Tal vez mi tarea sería orientar a los jóvenes.
—Hasta ahora se habla de que al MAS le falló la formación de una nueva camada de políticos...
—Hay buenos cuadros que son mejores que yo, porque no pude tener una formación académica. Pero qué nos puede perjudicar, la ambición. Al cargo no se busca, esa es mi experiencia, hay que ver cómo enseñar y orientar en ello. Y segundo, hay que saber integrar, incluso a personas que no son militantes. Hemos unido campo y ciudad, a profesionales y no profesionales, a occidente y oriente, ahora ganamos en lo que era la “media luna”. Ahora unimos a obreros y empresarios. Tal vez falta experiencia, pero estaremos con Álvaro (García), David (Choquehuanca), orientando si aceptan nuestra presencia. Eso sí, acabando esta gestión quiero irme a mi casa.
—¿Le gustan las campañas?
—Hay que sacar tiempo al tiempo. Son divertidas, aunque cansadoras.
—Tomándole la palabra, puede ser la última...
—Para mí es mi última. Vamos a disfrutar, es cansador. Para mí la política no es una profesión, sino pasión por el pueblo, y por ello tengo diferencias con otros candidatos. Para resumir, es tan importante estar con el pueblo y no con la política del imperio.
Evo Morales Ayma. El Presidente ve que en las elecciones del domingo 20 se definen dos caminos: volver al pasado o continuar con su “proceso de cambio”. Ratifica que su deseo es retirarse de la política en 2025 y ser un formador de talentos en el fútbol, en su bastión, el Chapare.
Datos
Nombre: Juan Evo Morales Ayma.
Nació: En Oruro, Orinoca, el 26 de octubre de 1959.
Cargos: Presidente del Estado Plurinacional y ejecutivo de los cocaleros del Chapare.
Perfil
Dejó su natal Oruro para dedicarse a la agricultura en el Chapare cochabambino, donde llegó a ser dirigente. En 2005 fue elegido Presidente de la República de Bolivia.