El fuego no da tregua en la Chiquitanía y se agrava en cuatro regiones

En las próximas horas empezarán a operar el avión cisterna gigante ruso y el helicóptero de doble hélice. Los focos de fuego se incrementaron entre el domingo y lunes y superan los 1.400

El helicóptero Chinnok en San Ignacio de Velasco, próximo a operar en la zona.

Los focos de fuego en la Chiquitanía se incrementaron entre el domingo y lunes y ya superan los 1.400, sobre todo están en Concepción, San Ignacio de Velasco, San Matías y Charagua. En las próximas horas se sumarán a las tareas de sofocación el helicóptero de doble hélice y el gigante avión cisterna ruso.

El presidente Evo Morales lamentó lo que actualmente sucede en esa región del oriente boliviano, que desde hace más de un mes sufre por efecto de los incendios forestales que hasta el momento, según datos oficiales, destruyeron 713.137 hectáreas de bosque y 1.005.851 hectáreas de pastizales y otras áreas vegetales.

“Lamentablemente, entre ayer y hoy, se ha registrado un aumento de focos de calor en Concepción, San Ignacio, San Matías y Charagua. En este momento, tendríamos más de 1.000 focos. Estamos movilizados y trabajando conjuntamente. En este momento el helitanker está en San Ignacio”, explicó Morales a través de su cuenta en Twitter.

El enorme avión ruso Ilyushin IL-76, con capacidad de transportar y derramar 50.000 litros de agua, ya está en Bolivia y se sumará a los esfuerzos por sofocar las llamas. También entrará en operaciones el helicóptero de doble hélice Chinook Boeing CH-47, que transporta 12.000 litros de agua por vuelo en San Ignacio de Velasco.

Según el reporte oficial del Ministerio de Defensa hasta el momento hay 4.442 familias afectadas y 161 familias damnificadas o que perdieron sus instrumentos de vida. Los cultivos afectados llegan a 338 hectáreas, mientras que los focos de calor suman 1.418 y se extienden por 96 comunidades.

Más de 5.000 personas trabajan para sofocar las llamas que en los últimos días se dispararon en número de focos de fuego, como consecuencia de las altas temperaturas, los fuertes vientos y la humedad. Uno de los voluntarios perdió la vida el sábado debido a un infarto, tras una extenuante labor.