Reunión en la Católica: Tuto se desdice sobre la gestión de dejar partir a Evo en 2019

 Considera que él no pudo haber ‘autorizado’ dicha salida.


En un foro en México, el 19 de diciembre de 2019, Jorge Quiroga dijo: “Yo hablo con la gente de la FAB, les digo que den el permiso” de salida de Evo Morales; ayer, en un documento presentado a la Fiscalía, alegó que él no pudo haberlo hecho.

Pese a que el expresidente llama La Tramoya I al caso Golpe de Estado I, ayer, al ser convocado como testigo en esta causa, presentó a la Fiscalía el documento Ante la Tramoya I: la verdad sobre la transición constitucional en Bolivia, facilitada por Iglesia, UE, España y NNUU, su versión de lo que fue el gobierno de Jeanine Áñez y su rol en las reuniones del 11 y 12 de noviembre de 2019 en la Universidad Católica Boliviana (UCB), que allanaron la llegada al poder de la exsenadora.

Tanto Adriana Salvatierra como Teresa Morales, en sus declaraciones ante la Fiscalía, dijeron que en la reunión del 11 “Tuto habla con el comandante de la FAB y le instruye que emita la autorización de despegue” del avión que llegó al país para recoger a Evo Morales, quien había renunciado asfixiado por protestas cívicas, un motín policial y la presión de los militares.

‘Falso’

En La Tramoya I, Quiroga no desmiente dicha aseveración; lo que sí hace es mostrar cómo no pudo haber dicho eso. Es falso que “daba órdenes desde la reunión”, dice, “por cuatro razones”: la reunión no se instaló porque el avión mexicano que iba a recoger a Morales no podía ingresar al país; el permiso al avión ya había sido expedido antes de la “reunión”; la cita “abortó” por la exigencia de Salvatierra de que primero Morales salga del país; y, porque estando la aeronave ese instante en Lima (Perú), su vuelo no era una cuestión “entre mexicanos y peruanos”.

En relación a que habló con alguien de la Fuerza Aérea para autorizar la salida de Morales, de nuevo sin aludir a las afirmaciones de las masistas, Quiroga cuenta que sí habló con “un oficial de alto rango”, a quien no conocía y solo conoció “su voz”, para recordarle que había que respetar el asilo concedido a Morales por México; dicho oficial le habría tranquilizado diciéndole que hubo un malentendido y que el vuelo de entrada y salida del avión mexicano ya estaba autorizado; eso transmitió Tuto a la Iglesia Católica, las embajadas y Salvatierra.

Siendo “Delegado Internacional” del gobierno de Áñez, en México, en diciembre de 2019, Quiroga dijo algo distinto. “El permiso del avión mexicano. Yo nunca pensé terminar de agente de viajes de Evo Morales, pero en el vacío de poder el avión mexicano estaba en Perú y no ingresaba; yo hablo con la gente de la FAB, les digo que den el permiso para pacificar el país y también, no voy a negar, porque el hecho de que él suba al avión mexicano y se vaya al asilo significaba dejación del cargo, abandono de funciones, y efectivizaba la sucesión constitucional”, relató el expresidente (2001-2002) en el foro.
Aún más, en los días críticos de noviembre de 2019, el exmandatario hasta se disculpó por haber obrado como “agente de viajes” de Morales. Admitió el 12 de noviembre de 2019 que gestionó con la FAB la salida de Morales. “Quiero pedirles disculpas, quiero que comprendan que ayer tuve que hacer algo que nunca pensé hacer: gestiones con la FAB para que el tirano salga de Bolivia”, dijo en un video antes de asistir a la Universidad Católica, en La Paz, para unas “discusiones junto a varios amigos” sobre la sucesión presidencial.
Sobre esta reunión, Salvatierra contó a La Razón que “extrañamente” Quiroga fue quien autorizó el despegue del avión mexicano.

Fuente: La Razón