El Ministerio de Salud y Deportes liderará la estrategia integral de lucha contra el COVID-19 que será implementada con tres ejes importantes (diagnóstico, vacunas y coordinación), mediante un esfuerzo "conjunto y complementario" con los gobiernos subnacionales, informó la noche del lunes el vocero presidencial, Jorge Richter.
Esa estrategia fue acordada en una reunión entre el presidente Luis Arce, los gobernadores y representantes de los municipios del país, que se realizó en la Casa Grande del Pueblo, en La Paz.
Richter explicó que esa estrategia será "coordinada con responsabilidades mutuas" entre los actores, para combatir esa pandemia que ataca a la población boliviana con una segunda ola.
"Lo que se ha establecido el día de hoy es que el plan estratégico de lucha contra el COVID-19 queda establecido en estas líneas que ha presentado el Gobierno y queda a cargo del Ministerio de Salud", confirmó el vocero presidencial.
Informó que en esa reunión, además, se estableció que las gobernaciones serán las que distribuirán las vacunas adquiridas por el Gobierno central para inmunizar a la población contra el COVID-19 y los municipios se encargarán de realizar las pruebas de diagnóstico cumpliendo un protocolo extenso.
Explicó que en ese plan se establece que las gobernaciones deberán garantizar la distribución, la cadena de frío para la conservación de las dosis, el transporte y los registros de vacunación, entre otras acciones.
"Hay un conjunto de acciones que se tiene que implementar para poder tener éxito en el plan de vacunación", sostuvo.
Así también indicó que se habilitará una plataforma para recibir el reporte en línea de las pruebas y casos nuevos de contagio de esa enfermedad de los nueve departamentos.
"Esto se va a resolver en aproximadamente de 10 días a dos semanas, una vez que tengamos esto vamos a poder contar con información en línea sobre los contagios, las personas en situación de contagios, la cantidad de pruebas que se tienen, el rastreo de sus contactos, etc.", dijo.
Bolivia acumuló más de 162 mil casos positivos desde marzo del año pasado, de los que poco más de 20.000 son activos, según datos oficiales.
La pasada semana, el Gobierno boliviano suscribió ese contrato con Rusia con el objetivo de inmunizar, de forma gratuita y voluntaria, al menos al 80% de la población boliviana contra el COVID-19, que en 2020 se llevó cerca de 10.000 vidas.
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