La Asamblea Departamental de Cochabamba habría perdido competencias luego de que su Estatuto fuera reprobado en referéndum autonómico el 2016

El  asesor jurídico de la gobernación de Cochabamba, Rodrigo Quinteros, aseguró que ellos no quieren “emitir una resolución contraria a la constitución en el tema del feriado de Quillacollo, “como gobernación estamos de acuerdo con que se declare feriado pero este se debe gestionar al nivel central del Gobiernoquien hará las consultas  a los ministerios del trabajo, al viceministerio Autonomías y se emitirá una ley Nacional donde se declare feriado, al 14 de agosto de la festividad religiosa de Urkupiña”, dijo la autoridad gubernativa.

Asimismo Quinteros, señaló que se van a realizar todas las consideraciones  necesarias de toda esa documentación de los informes que se tienen en la carpeta del proyecto de feriado en el aspecto técnico pero la figura legal no es viable bajo este concepto que se maneja por la Asamblea Legislativa de Cochabamba, antes de entrar a la sesión ordinaria donde participó.

Por su parte el asambleísta departamental de la oposición, Freddy Gonzales, aseguró que si efectivamente existen plenas competencias para la declaración del feriado departamental al día 14 de agosto de lo contrario se preguntó ¿quién nos lo va a declarar este feriado? no va a venir el ministro de Culturas o el nivel Nacional la Asamblea Plurinacional, porque tenemos autonomías, puntualizó.

Según refieren algunas fuentes cercanas al ministerio de Autonomías la Asamblea Legislativa Departamental de Cochabamba habría perdido varias competencias luego de que su Estatuto Autonómico fuera reprobado en el referéndum del 2016. Y una de ellas sería esta instancia privativa de poder declarar feriados departamentales cuyas facultades estarían en un nivel Central Superior.  Con todo ello lo que si no se puede negar es que existe un petición formal de todo un pueblo de Quillacollo que requiere de este feriado departamental para promover el turismo y la fe religiosa en la virgen de Urkupiña (FCH).

Fuente: Revista Nuevo Milenio