Expresidentes que se oponen a reelección en Bolivia tienen antecedentes de invasiones armadas y represiones violentas


Del grupo de 21 expresidentes de América Latina, el Caribe y España, que condenaron el lunes la candidatura del presidente Evo Morales para los comicios de octubre próximo en Bolivia, la mayoría tienen antecedentes de invasiones armadas y represiones violentas.

Según reportes de diferentes medios de prensa, está entre ellos el expresidente de España, José María Aznar (1996-2004), que fue cómplice del Gobierno de Estados Unidos (EEUU) para la invasión armada a Irak, acción que causó la muerte de 460.000 personas.

Aznar asumió su segundo mandato en España con 38,8% de respaldo en su país y concluyó su gestión en medio de cuestionamientos sobre sus acciones y posiciones.

Según el periódico digital "20 Minutos", Aznar se mostró muy a favor de la guerra y trabajó para que tuviera lugar, siempre bajo la tutela del entonces primer ministro británico, Tony Blair, y del expresidente de Estados Unidos, George W. Bush.

Otro exmandatario con ese tipo de antecedentes es el colombiano Álvaro Uribe, que en sus dos gobiernos (2002-2006 y 2006-2010) sometió a su país al intervencionismo armado de EEUU y provocó la muerte de al menos 4.000 personas, a las que calificó de "guerrilleros" o "falsos positivos".

Por su parte, el expresidente boliviano, Jorge Quiroga (2001-2002), impidió que el dictador Hugo Banzer sea extraditado a Argentina para enfrentar un juicio por crímenes de lesa humanidad en el marco del Plan Cóndor.

El 21 de agosto de 1971, el entonces coronel Banzer derrocó al gobierno populista del general Juan José Torres y asumió el cargo de presidente con el apoyo directo de Estados Unidos, por su declarado anticomunismo.

Banzer fue un cruel dictador por siete años, que violó los derechos humanos, endeudó al país y perpetró los actos de corrupción más deplorables y protervos de la historia boliviana y su Gobierno.

Participó en el Plan Cóndor, operativo de represión antiizquierdista instrumentado por los gobiernos militares de Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay, Chile y Bolivia, según los historiadores.

A esa lista se suma el mexicano Felipe Calderón (2006-2012), que durante sus dos gobiernos registró una cifra de más de 83.000 muertos por acciones el crimen organizado, según el semanario digital "Zeta".

Se trata de "ejecuciones", "enfrentamientos", "homicidios" y "agresiones", detalla esa revista.

Calderón y el también expresidente mexicano, Vicente Fox, fue demandado ante la Corte Penal Internacional (CPI) por los delitos de lesa humanidad, según el diario mexicano "Vanguardia".

Mientras los expresidentes Óscar Arias y Laura Chinchilla de Costa Rica; Mireya Moscoso, de Panamá; Fernando de la Rúa, de Argentina; Lucio Gutiérrez y Jamil Mahuad, de Ecuador; y Andrés Pastrana de Colombia, fueron acusados por  ganancias ilícitas, uso oneroso de gastos reservados, corrupción, desaprobación de sus poblaciones y renuncias.

Además, el expresidente costarricense y Premio Nobel de la Paz 1987, Oscar Arias, fue denunciado ante los tribunales de justicia por acoso sexual a una médica y activista antinuclear.