Rodríguez: Bolivia debe asumir el fallo con serenidad, pero sin abandonar la causa marítima y el diálogo

El expresidente y agente de Bolivia para la demanda marítima dijo que el país mantiene vigente su esperanza de recuperar su cualidad marítima, aunque consideró que habrá que replantear la tarea en los términos de las estrategias que asumirá el equipo jurídico.

El agente boliviano ante La Haya, Eduardo Rodríguez Veltzé. Foto: captura El pueblo es noticia

Seis días transcurrieron desde que la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de la Haya fallara que Chile no está obligado a negociar con Bolivia una salida soberana al mar y este domingo el agente boliviano ante este organismo, Eduardo Rodríguez Veltzé, evaluó  la determinación del Tribunal concluyendo que lo mejor que puede hacer el país es asumir el fallo con serenidad, pero sin abandonar la causa ni el diálogo.

“El diálogo, la diplomacia, es la mejor herramienta con la cuentan los pueblos, no las guerras, no las confrontaciones; los entorpecimientos no contribuyen y dilatan las posibilidades de acercamiento. Hay mucho que mirar hacia el futuro como autocrítica y lecciones aprendidas pero mucho por delante y creo que la prospectiva es mayor diálogo, mejor diplomacia y sobre todo no perder la unidad”, estableció Rodríguez Veltzé en una entrevista con el programa El Pueblo es Noticia que se emite por radio Patria Nueva y el canal estatal.

Para el también expresidente, el país mantiene vigente su esperanza de recuperar su cualidad marítima y la causa no está enterrada, aunque consideró que habrá que replantear la tarea en los términos de las estrategias que asumirá el equipo jurídico.

Opinó que la CIJ se inclinó por un razonamiento pragmático y recordó que tras el fallo no hay una limitación que impida al Estado hacer conocer de manera rigurosa lo que debe hacerse conocer y las contradicciones que ha encontrado en la decisión del Tribunal.

“Hay un sentido político en el fallo del primero de octubre cuando la Corte analiza los episodios, aproximaciones e intercambios (entre los gobiernos de Chile y Bolivia) y señala de manera explícita que tuvieron altísima significación política, pero le resta la significación jurídica, de manera que hay una contradicción y estamos tomando lecciones”, acotó.

Sin embargo descartó que el máximo tribunal de La Haya hubiese obrado por algún tipo de interés particular. “Si alguna razón política tiene la CIJ, ésta es propiciar la solución pacífica de los diferendos”. dijo.

El actual embajador boliviano ante los Países Bajos prefirió no calificar el fallo como una derrota, aunque admitió que el resultado no fue el que se esperaba.

Consideró que si bien el resultado no fue el mejor para el país, tampoco fue el peor. “El planteamiento jurídico boliviano de que Chile estaba obligado a negociar con Bolivia no es algo que podamos exigir más en términos de una obligación judicial, (pero) negar que exista una obligación de negociar no limita a las partes a dar continuidad a negociaciones significativas”, afirmó.

El 1 de octubre, la Corte Internacional de Justicia dictaminó que Chile no tiene la obligación de negociar con Bolivia una salida soberana al océano Pacífico, aunque aclaró además que su veredicto no es una limitante para que que las partes puedan seguir dialogando para dar una solución al conflicto.