Bolivia eleva a rango internacional tres puertos con la mirada puesta en el Atlántico

Los cruceños Puerto Sociedad Jennefer SRL, Puerto Central Aguirre Portuaria SA y puerto Gravetal Bolivia SA subieron su categoría a “puerto internacional de uso mixto” para servicios públicos y privados a gran escala. El próximo paso es Puerto Busch.

Un marino custodia el puerto Jennefer en la cabecera de la Hidrovía Paraguay - Paraná.

El Gobierno de Bolivia entregó este martes las certificaciones y permisos de operación a tres puertos privados ubicados en el canal Tamengo, en la cabecera de la Hidrovía Paraguay - Paraná, para elevar su categoría a rango internacional de orden público privado. El objetivo es migrar la carga del comercio exterior boliviano de puertos chilenos hacia el Atlántico.

Desde ahora y tras un riguroso trámite, los cruceños Puerto Sociedad Jennefer SRL, Puerto Central Aguirre Portuaria SA y puerto Gravetal Bolivia SA subieron su categoría de “puerto mayor” a “puerto internacional de uso mixto”, es decir que están habilitados para servicios públicos y privados a gran escala.

“Tiene la proyección de despachar, recepcionar, almacenar cargas de contenedores, carga rodante, carga proyecto y carga general en el objetivo de transferir un porcentaje importante de la carga que actualmente se moviliza por los puertos chilenos y tiene origen y destino en la zona oriental de Bolivia”, dijo el mandatario en el evento que se instaló en Jennefer.

Morales aseguró que esa premisa es posible debido a que “son menores costos en el transporte beneficiando de esta manera al comercio exterior boliviano”.

Bolivia volteó la mirada al Atlántico tras conocer el resultado adverso de la demanda marítima que instaló contra Chile en la Corte Internacional de Justicia (CIJ).

El tribunal determinó que el país demandado no tiene la obligación de negociar un acceso soberano al Pacífico que le cercenó en 1879 tras una invasión y posterior guerra.

“Saludo las palabras de Cainco (Cámara de Industria, Comercio, Servicios y Turismo de Santa Cruz) que decían que estos puertos son soberanos para acceder el océano Atlántico”, sostuvo el jefe del Estado boliviano en alusión a ese asunto.

“Será por bien o por mal, estamos enclaustrados momentáneamente, temporalmente, porque cuando se presenta alguna dificultad eso nos obliga a buscar nuevas alternativas y cuando hay un decisión conjunta entre bolivianos para romper problemas que se presentan en temas de importación y exportación es posible avanzar”, sostuvo.


El gobierno boliviano ha denunciado en reiteradas ocasiones trabas al libre tránsito de su comercio internacional comprometido con Chile en el Tratado de 1904 que selló los límites entre ambas naciones. El caso llegó inclusive a la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI).

En los tres ancladeros homologados este martes se podrán establecer zonas primarias aduaneras, de sanidad y migración con la finalidad de mejorar las capacidades del servicio para la importación y exportación de carga nacional.

De esta manera, apuntan a ser actores principales de la cadena de comercio exterior que opera en la hidrovía, un sistema fluvial que comparten Argentina, Bolivia, Brasil, Paraguay y Uruguay.

Morales ponderó el carácter visionario de los empresarios privados del oriente y anunció que el paso inmediato es el reforzamiento de Puerto Busch, que también es parte de la vía fluvial y en el que el Gobierno prevé invertir $us 800 millones.

Por esa vía se prevé incrementar el comercio de soya, aceite vegetal, clinker, hierro y urea, además de combustibles como la gasolina, diésel y carga general con trámites simples y en el menor tiempo posible.

“Agradecemos al Ministerio de Defensa y a la Marina Mercante porque han entendido la importancia que tiene para el país este sistema portuario boliviano que de alguna manera nos saca del enclaustramiento”, destacó el gerente general de Puerto Aguirre, Joaquín Aguirre.

El ejecutivo señaló que el fortalecimiento del sistema portuario boliviano se convierte en una alternativa para convertir el comercio internacional en una expansión del Producto Interno Bruto (PIB), los beneficios colaterales y el efecto multiplicador en la región.

“Hoy miramos a Bolivia de manera distinta, tenemos razones. No la vemos enclaustrada porque hemos quitado de nuestra mente y corazón ese enclaustramiento. Es más, la vemos con puertos soberanos que nos conectan al Atlántico”, sostuvo.