La selección se dedicó a defender y Lampe, una vez más, fue la figura del partido. El equipo asiático se prepara para participar del Mundial de Rusia.
En un partido sin emociones y deslucido, disputado este jueves en Innsbruck (Austria), la selección boliviana empató (0-0) ante Corea del Sur, que se prepara para participar del Mundial de Rusia, que comienza la próxima semana. Fue el segundo encuentro amistoso en la era de César Farías, que no estuvo en el banquillo, aunque su función la cumplió su hermano, Daniel, que es unos de sus ayudantes de campo.
La producción del combinado boliviana fue pobre, pues nunca propuso juego y solo mostró predisposición para defenderse con 10 jugadores metidos en su campo y apostando por un delantero, Rodrigo Vargas Castillo, que pasó desapercibido.
Los surcoreanos superaron en casi todos los aspectos, aunque al final no pudieron romper la línea defensiva boliviana, que a pesar de tener mucha gente tuvo algunas complicaciones que por poco terminan en gol.
Para destacar, una vez más, la actuación del arquero Carlos Lampe, que mostró mucha seguridad y tapó al menos tres chances claras de gol para los asiáticos.
No se esperaba más de la Verde, ya que la elección de César Farías como seleccionador ha generado una lluvia de críticas contra el presidente de la Federación Boliviana de Fútbol, César Salinas, debido a que el DT venezolano cumplió un trabajo paralelo entre la selección y The Strongest. Es más, Farías no pudo dirigir ante Corea del Sur porque este miércoles, por la noche, debió estar en el banquillo del Tigre que definió el título del torneo Apertura ante Wilstermann.
Debido a su compromiso con The Strongest, el DT venezolano designó a su hermano, Daniel, para que se haga cargo de la selección hasta el partido ante Serbia, que se disputará este sábado en Viena.
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