Políticos cuestionan la violencia en Santa Cruz

La ministra de Salud, Gabriela Montaño, calificó de inaceptable los hechos de violencia que acabaron con la destrucción de dos casas de campaña del MAS y una oficina. El partido de Carlos Mesa dijo que rechaza la violencia venga de donde venga

Mesa durante una declaración a medios de comunicación en Santa Cruz de la Sierra.

Políticos de oposición y del oficialismo cuestionaron y lamentaron los hechos de violencia en la ciudad de Santa Cruz. Comunidad Ciudadana (CC), que tiene como candidato presidencial a Carlos Mesa, rechazó la violencia y la ministra de Salud, Gabriela Montaño, calificó de inaceptable lo ocurrido.

Los activista del 21F, en alusión al referéndum del 21 de febrero de 2016 que rechazó la repostulación, tomó y destrozó dos casas de campaña del oficialista Movimiento Al Socialista (MAS) y las oficinas de la Dirección Urbana del partido del presidente Evo Morales. Se reportó al menos ocho heridos y varios detenidos.

“Lo que pasó hoy en Santa Cruz es inaceptable para cualquier sociedad democrática. Tenemos 2 compañeros en terapia intensiva fruto de la violencia fascista y varios heridos internados. No nos van a acallar con violencia!!”, posteó Montaño sobre los hechos que de violencia que se prolongaron por varias horas.

Desde la organización de Mesa se cuestionó la violencia, “venga de donde venga”, sin embargo exigieron “a los dirigentes del MAS que dejen de generar confrontación en Santa Cruz con amenazas de cercos y otras provocaciones que buscan más violencia, acciones que buscan sobre todo, distraer la atención del desastre provocado en nuestra Chiquitanía”.

Susana Rivero, legisladora del MAS, se sumó a las voces de crítica. “Odio y racismo de extremistas volvieron a aflorar en su característico talante en Santa Cruz: violencia, prepotencia, agresión. Mismo método que en el 2008 y que los llevó al fracaso total, menos mal que son unos cuantos y que la democracia los derrotará nuevamente”, sostuvo.

El ministro de Gobierno, Carlos Romero, denunció que tras los hechos hay una “conspiración contra la democracia”.