Vestido con una polera negra de mangas largas y un buzo del mismo color, el abogado Jhasmany T.L. llegó ayer a la Sala Penal 4 para su audiencia de apelación de la detención preventiva dictada en su contra por un juzgado cautelar en el caso consorcio de jueces, policías, fiscales y abogados. Tras dos horas y media de exposición de argumentos de la defensa de Jhasmany y de la Fiscalía, los vocales Pablo Antezana y Elisa Sánchez resolvieron ratificar la detención del abogado en el penal de Chonchocoro, en La Paz.
Desde la banca de los apelantes, Jhasmany T.L. hizo uso de su derecho a la defensa material y se arremangó la polera, dejando al descubierto su tatuaje de la pirámide de Qliphot en su antebrazo derecho, el cual blandió varias veces mientras se exaltaba al fundamentar que se estaba vulnerando todos sus derechos: a la defensa, a estar cerca de su familia, a la atención en salud, y a no usan sus declaraciones en su contra.
Sin embargo, los vocales de la Sala Penal 4 arguyeron que se debe garantizar el proceso en curso y que el derecho de la sociedad a la justicia debe primar por encima del derecho de Jhasmany a ser procesado en Cochabamba.
Además, le recordaron que su familia puede visitarlo también en Chonchocoro; que existen abogados de la Defensa Pública y control jurisdiccional en La Paz, por lo que su derecho a la defensa está garantizado, y que no existe un certificado médico que demuestre la necesidad de trasladarlo a otro penal.
Los vocales admitieron el planteamiento de los fiscales Faridy Arnez y Rocardo Arellano, en sentido de que “estando detenido, Jhasmany hizo llamadas y envió mensajes a otros procesados, que guardan detención en cárceles cochabambinas, para decirles qué deben declarar y qué no, por lo que, el riesgo de obstaculización de las investigaciones continúa latente”. También mencionaron que durante los allanamientos ejecutados, el abogado trató de ocultar pruebas e influenciar en policías y fiscales. Nombraron varios actos y procedimientos.
Los representantes del Viceministerio de Transparencia dijeron que no existen motivo para modificar el auto del juzgado cautelar que ordenó la detención del abogado.
Empero, la Sala Penal 4 declaró la apelación de Jhasmany “parcialmente procedente”, pues coincidió con él en que sí cuenta con una actividad laboral, que es la de abogado, pese a que Jhasmany señale como oficina una casa que le arrebató a su padrastro. En lo demás, los vocales ratificaron todo lo dictado por el juez cautelar y el imputado deberá quedarse en Chonchocoro. Molesto, Jhasmany pidió enmienda y complementación sobre cómo la sociedad es afectada por él, entre otros puntos. Los vocales respondieron sus observaciones manteniendo su determinación y finalizaron advirtiendo que su resolución ya no es susceptible de ser impugnada.
Fuente.: OPINION
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