Dueño de Lamborghini niega vínculos con el MAS, pero confirma contratos con el Estado


Cristian Vargas, dueño del Lamborghini que ingresó al país en pasados días y generó polémica en medio de una ola de especulaciones, finalmente apareció de manera pública para decir su verdad y remarcar que no tiene vínculos con el partido gobernante, Movimiento Al Socialismo (MAS).
En entrevista con el programa Cabildeo, aseguró que su familia jamás se inmiscuyó en asuntos políticos y tampoco ninguno de los miembros de su consorcio es funcionario público.
"Dentro de la sociedad de esta empresa, ninguno de los miembros pertenece al Movimiento Al Socialismo, tampoco pertenecen al otro lado, (...) todos son apolíticos", manifestó el empresario.
En medio de los rumores que desató el Lamborghini, en un principio se dijo que el dirigente cocalero del Chapare, Leonardo Loza, era el dueño del lujoso vehículo y cuando se descubrió que Vargas es el verdadero propietario, también se especuló que este empresario trabajaba en Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB).
Sin embargo, Vargas manifestó que es solamente una coincidencia que en YPFB haya existido su homónimo y subrayó que su empresa -dedicada al rubro energético- no tiene vinculación con la estatal petrolera.
"Jamás hemos hecho servicios directos para esta empresa, hay una tergiversación (...), no hay vínculo alguno con YPFB por parte nuestra", insistió.
Aunque más adelante confirmó que su grupo empresarial sí tiene contratos con el Estado.
"Nosotros hemos estado haciendo ese análisis la semana pasada, en porcentaje debe ser 25 por ciento o a lo mucho 30 por ciento los contratos (que tenemos) con el Estado porque (además) tenemos proyectos con privados, proyectos propios del grupo Vargas y proyectos fuera del país", señaló.

Lamborghini con defectos 

Por otro lado, el empresario reveló que su motorizado sufrió daños en la Aduana porque funcionarios hicieron uso del Lamborghini. 
"Como dueño obviamente estoy molesto, indignado, porque es un vehículo con ciertas características especiales y delicado, entonces considero que ahí hubo un error de manipulación de carga, de mercadería, que es donde todo ha empezado", sostuvo.
Ahora Vargas mandará a arreglar las horquillas del amortiguador derecho, debido a que fueron dañadas por funcionarios de Aduana, pero descartó un proceso contra la entidad estatal.
Agregó que tras las fotos y videos que se sacaron funcionarios de Aduana junto al costoso automóvil, se generó toda la polémica con tintes políticos.
"Considero que se debería manejar con más precaución para evitar este tipo de circunstancias y comentarios", mencionó.
Indicó que la importación del vehículo fue de manera lícita y justificó la compra señalando que desde niño tiene pasión por los automóviles.
El empresario también manifestó que se puso al descubierto la identidad y las fotografías de sus familiares, así como la ubicación de su domicilio, por lo que ahora teme por la seguridad de sus allegados. 
"Nos ponen en un punto frágil y es algo que indigna, porque se trata de la seguridad de mi familia", lamentó.
Detalló que el Lamborghini fue fabricado en diciembre de 2017 y fue importado de EEUU a Bolivia en diciembre de 2018, pero en la Aduana le entregaron recién este año.
Si bien el vehículo está valuado en casi 250 mil dólares, el empresario aclaró que en este caso su precio fue "entre 150 mil o a lo mucho 190 mil" porque es de segunda mano.