EE.UU. emite una nueva norma para denegar el asilo a quienes crucen la frontera ilegalmente

La norma interina excluye de la posibilidad de recibir asilo a los extranjeros que violen las restricciones de entrada al paĆ­s impuestas por orden presidencial.


Ante la aproximación de la caravana migrante hacia EE.UU., los departamentos de Justicia y de Seguridad Interior estadounidenses han emitido una nueva norma interina que prohíbe la concesión de asilo a quienes no lo hayan solicitado en los puestos fronterizos, sino tras haber cruzado ilegalmente la frontera sur del país.

"Nuestro sistema de asilo estƔ sobrecargado con demasiadas solicitudes de asilo sin mƩrito de extranjeros que imponen una carga tremenda en nuestros recursos, lo que nos impide poder otorgar rƔpidamente el asilo a quienes realmente lo merecen", reza el documento.

La medida se basa en la potestad legal del presidente de EE.UU. de suspender la entrada al paƭs de una clase especƭfica de inmigrantes si se determina que serƭa perjudicial para los intereses nacionales. Esto podrƭa modificar lo que actualmente establece la ley estadounidense, que, con ciertas excepciones, garantiza que un inmigrante fƭsicamente presente en ese territorio norteamericano pueda solicitar asilo "estƩ o no en un puerto designado de llegada".


Estas restricciones no entrarÔn en vigor hasta que el mandatario Donald Trump emita la proclamación correspondiente, que podría darse este mismo viernes. Una vez en vigor, sin embargo, la medida podría ser bloqueada primero por tribunales menores y en última instancia por la Corte Suprema.

En el caso de que la norma no sea derribada por los tribunales, los inmigrantes ilegales aún podrían evitar ser deportados si se les conceden protecciones especiales en el marco de convenciones internacionales. Esto, no obstante, es mÔs difícil de conseguir que el asilo, y no conduciría hacia la obtención del estatus legal permanente.

Este es uno mÔs de los obstÔculos impuestos por la Administración Trump al proceso de solicitud de asilo, cuyas tasas de aprobación llegaron en 2018 a un mínimo de dos décadas. En junio, el ahora exfiscal general de EE.UU., Jeff Sessions, ordenó a los jueces de inmigración dejar de conceder asilo a la mayoría de las víctimas de abuso doméstico y violencia de pandillas.