El Presidente ruso empieza su gestión con la meta de superar el déficit de los últimos años y reducir el índice de pobreza que alcanza al 13% de la población.
El presidente ruso, Vladímir Putin, encomendó ayer al Gobierno la tarea de que Rusia, país sometido a sanciones y afectado por la caída de los precios de los hidrocarburos, se convierta para 2024 en una de las cinco primeras economías del mundo.
Para ello, el Ejecutivo debe garantizar "ritmos de crecimiento mayores que la media mundial", al tiempo que mantiene "la estabilidad macroeconómica".
Nada más ser investido en el cargo por otros seis años en una ceremonia en el Kremlin, Putin firmó una serie de decretos con objetivos estratégicos para el desarrollo económico del país durante el próximo sexenio.
El presidente boliviano, Evo Morales, destacó a su homólogo ruso como garante del "equilibrio" político internacional frente al intervencionismo de Estados Unidos.
Vladimir Putin tomó posesión de su cuarto mandato como presidente de Rusia en una gran ceremonia ante más de 6.000 invitados que asistieron al Gran Palacio del Kremlin.
El Gobierno ruso debe promover la rápida introducción de la tecnología digital en la economía y el uso de altas tecnologías en sectores básicos como la industria procesadora y el sector agroindustrial. Además, debe reducir a la mitad los niveles de pobreza, que en estos momentos afecta a unos 20 millones de rusos o el 13 por ciento de la población, además de facilitar el acceso a la vivienda a las familias.
El Gobierno debe también construir 120 millones de metros cuadrados al año, ya que la escasez de vivienda es uno de los males crónicos de este país.
Otro de los objetivos estratégicos es que las exportaciones agrícolas, que se han visto beneficiadas por el embargo a los productos perecederos europeos, alcancen los 45.000 millones de dólares.
Equilibrio
El Presidente de Bolivia considera a Vladímir Putin como garante del "equilibrio" político internacional.
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