El 50 por ciento de emprendimientos cerró en 2017 por 3 causas

La falta de asesoramiento, la alta carga social y el poco incentivo son las determinantes que hacen que los proyectos cesen antes de cumplir el año.

 


Emprender un negocio en Cochabamba es una experiencia que puede resultar satisfactoria o amarga, con iguales probabilidades. El 50 por ciento de las personas que lo hacen terminan cerrando por tres causas; falta de asesoramiento, alta carga social y poco respaldo.

En 2017, 1.798 emprendimientos de 3.407 registrados en Fundempresa se cerraron en el departamento. Cochabamba es la tercera región del país, después de La Paz y Santa Cruz, donde se emprende, y también la tercera donde estos proyectos declinan. 

Según el presidente de la Cámara Departamental de Comercio, Amilkar Rocha, los principales motivos para desistir y cerrar un negocio están ligados al mal medioambiente que hay para el emprendedor. 

Aseguró que no basta solo con tener una idea. Primero se debe tener un estudio de mercado, un proyecto y asesoramiento que incluya desde los trámites de formalidades, hasta como hacer publicidad y captar más mercados con proyecciones por lo menos en cinco años.

“Los proyectos se cierran porque se abren al calor de la efusión y no con una planificación estratégica. Por ejemplo si queremos instalar una fábrica de vinos, tendremos que analizar el mercado y los viñedos y no lanzarnos al negocio de manera empírica”, dijo. 

Otro de los problemas es la carga social. Para ser formal, las pequeñas y medianas empresas (Pymes) deben asegurar a sus empleados, pagarles doble aguinaldo y cubrir por ejemplo, el subsidio, en caso de embarazo. “Esto hace que los que recién empiezan terminen pagando más de lo que ganan”. 

Otra de las causas es el poco respaldo al sector. Según Rocha, el hecho de que Cochabamba no cuente con una zona franca es un perjuicio para los que quieren iniciar un negocio, pues las importaciones se complican. 

Tampoco hay muchas facilidades para la obtención de créditos y los incentivos en el tema impositivo. 

Sostuvo que el 96 por ciento de los emprendimientos que deciden cerrar son unipersonales, conformados por el propietario y, en algunos casos con familiares, que por ende, no tienen un asesoramiento de cómo manejar el negocio. 

Dijo que, cuando estas empresas dan de baja a su negocio, entran al área informal. 

LIBRE DE IMPUESTOS Uno de los pedidos del sector empresarial al Gobierno es declarar a Cochabamba zona libre de impuestos para turistas y para las actividades que tengan que ver con este rubro. 

Manifestó que, si se liberara de impuestos a hoteles y gastronomía a los extranjeros el departamento será mucho más atractivo para el comercio y se impulsará el desarrollo de las Pymes de ese sector. 

De acuerdo a un estudio de la Cámara de Comercio basado en datos de Fundempresa la Llajta tiene cuatro sectores en crecimiento y las inversiones son exitosas. Estos son el comercio, servicios de salud, turismo y gastronomía. 

Mencionó que hay casos de empresas que empezaron como pequeñas y en poco tiempo se convirtieron en grandes referentes en esta área. 

“Por ejemplo en Cochabamba no había rutas de circuitos internos para los turistas y ahora es un servicio que varias empresas lo ofertan”. 

FORMALIDADES Y AFILIACIONES Para abrir una empresa se debe cumplir con formalidades que permitan dar seriedad y confianza al cliente. 

Entre las principales están sacar el NIT, licencia de funcionamiento, registro en Fundempresa y Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria (Senasag), en caso de alimentos. Para conservar, proteger la idea y el emprendimiento, también se puede hacer registro en el Servicio Nacional de Propiedad Intelectual (Senapi). 
Los primeros meses son de pérdidas
Emprender y tener éxito también es una realidad si el proyecto que se tiene en mente es innovador. 

Be Happy, empresa que vende leche de almendra, es un ejemplo de perseverancia y crecimiento en el rubro de los alimentos. 

Romy Salinas, su propietaria cuenta que en un principio quería abrir un gimnasio, y después de ver el tema de alimentación para el mismo, identificó que en el mercado no existía leche de almendra, un ingrediente para la mayoría de las dietas de los deportistas. Entonces, junto a su pareja y socio en los negocios, ejercitó la fórmula para crear el producto que hoy es conocido en todo el país. 

“Al principio fueron meses de pérdida. Vendíamos cuatro botellas a la semana, ahora tenemos sobredemanda del producto”, dijo. 

La pequeña empresa superó esos problemas mientras la gente conocía el producto y lo posicionaba en el mercado con degustaciones. 

“Fue difícil porque estábamos acostumbrados a un sueldo. Yo y mi pareja trabajábamos en empresas como dependientes pero, ahora siento la satisfacción de decir que tengo mi empresa”, agregó. 

La propietaria de Be Happy recomienda a los nuevos emprendedores estudiar el mercado y no rendirse, pues al principio es duro pero después, se ven los frutos.

Fuente: Opinión